Desgraciadamente, a pesar de lo que a veces se ve en algunos programas de televisión que tratan problemas de comportamiento en perros, no existen soluciones mágicas para las alteraciones de la conducta. Tampoco se pueden dar garantías de que un problema de comportamiento se va a corregir. Al trabajar con seres vivos y además con sus dueños, sobre los que recae un gran peso en cuanto a la puesta en práctica del tratamiento, es imposible ofrecer garantías de solución.
El grado de implicación del propietario, así como su actitud ante el problema o las expectativas que tiene de solucionarlo, condiciona significativamente el pronóstico.
Por ello, es muy importante el diagnóstico y pronóstico emitidos al igual que la involucración del propietario es fundamental para garantizar la mejora y evolución de nuestra mascota.
Es importante aclarar que algunos propietarios no saben diferenciar o no quieren aceptar las muestras de patologías que manifiestan sus perros durante los paseos, salidas al parque, juegos de las que se presenta problemas de agresividad más serios, pudiendo dañar a otros perros u personas etc… Con lo que esto conlleva a que, si no ponemos remedio a estas patologías ira aumentando progresivamente, consiguiendo generar ansiedad en el perro y otras alteraciones de conductas futuras.